sábado, 1 de mayo de 2010

HUAQUERIA

UNA HUACA EN LA VEREDA SAN PABLO
Estamos en la finca Guayacanes, propiedad de don Enrique Gómez Prada, ubicada en la vereda San Pablo, muy cerca del cerro de las antenas en una ladera de poca inclinación desde donde es visible el cerro de Palonegro. Justo en el patio trasero de la casa está aún accesible una de tres huacas existentes en un espacio aproximado de veintemetros lineales. Ésta se conserva gracias a la fundición en concreto de una tapa estilo alcantarilla que la favorece de las aguas lluvias, el tunel de acceso tiene un diámetro aproximado de setenta centímetros, formando un cilindro de unos cuatro metros de profundidad por donde hemos podido descender por medio de una escalera, ya en el piso del cilindro se observa una cavidad cuadrada de unos cuarenta centímetros por lado, más o menos a unos treinta centímetros sobre la pared del cilindro por donde se puede acceder a una recámara rectángular de proporciones irregulares, con medidas calculadas en uno cincuenta por dos de base y una altura de uno noventa, piso perfectamente plano y una silla esculpida de la misma tierra, la cual presenta un borde bastante pronunciado y un espaldar recavado en la pared de la caverna. Sobre ésta silla se conserva una bolsa plástica que guarda las cenizas de la persona que fue sepultada allí. Igualmente las vasijas funerarias de éste hallazgo son guardadas en una vitrina en la casa de don Enrique junto a otras piezas arqueológicas, según nos cuenta, ésta tumba contenía dos aretes y una nariguera de oro como únicas pertenencias de valor. Otra de las tumbas encontradas a escasos metros contenía los restos de un niño dentro de un ubre, pero ésta desapareció a causa del mal estado en que quedó después de ser descubierta.
Como en todas las demás tumbas encontradas en la región es típica la ubicación en la parte plana de un montículo y en tierras de características arenosas, comúnmente conocidas como maní.
Entrando a la cámara mortuoria
El acceso se nota bastante difícil, pero una vez adentro el espacio fue suficiente para cuatro personas que entramos en ésta ocasión.
Silla mortuoria y bolsa con las cenizas y restos de la persona que fue aquí sepultada.
La apariencia de las cenizas es similar a la tierra y se hizo visible en ésta imagen gracias al flash de la cámara pues dentro de la cueva sólo contabamos con una linterna que emitía poca luz.
De pie en el interior del acceso principal de la tumba indígena, la foto fue tomada desde el interior de la cámara mortuoria.
Era difícil sonreirle a la cámara puesto que para ese momento no se sabía de donde podría venir el destello del flash.
Saliendo de la cámara mortuoria.

Ure en que fueron encontrados los restos de un niño a pocos metros de la tumba reseñada anteriormente.
Por su forma concava probablemente se trataba de las orejas o agarraderas de una olla.
Las cuatro vasijas que rodean el ubre forman parte de los elementos rituales de la sepultura indígena con que se preparaba el viaje al mundo de los muertos.
Detalle de las piezas encontradas en la huaca.
Vasija ritual indígena
Hacha en piedra pulimentada, las dos partes, tal como se observa en la imagen fueron encontradas en la misma región (Yondó, Antioquia) pero en diferentes sitios y épocas (cinco años después).
Dos utencilios de barro cocido fabricados para el mismo propósito, uno encontrado en la huaca de la finca Guayacanes y el otro en la región de Yondó. Se notan algunas diferencias de diseño en los terminados de una pieza en relación con la otra. ¿Evidencia de intercambio cultural o extensión de la cultura Guane más allá del Magdalena?
Pequeñas vasijas Ceremoniales (Hasta aquí TODAS las piezas pertenecen a la colección personal de don Enrique Gómez Prada, Finca Guayacanes, Vereda de San Pablo, Lebrija)


VEREDA EL OSO, CADA MONTAÑA ES UN SANTUARIO
Huaca cubierta de tierra en La que ha crecido un cafeto; acá se llega por un puente natural y extrecho. Es una de tantas colinas de la que se conoce material arqueológico del periodo indígena.
Puente natural que comunica una colina con otra en La que se encontraron dos huacas en perímetro de unos cinco metros. Este camino tiene tramos muy extrechos y resbaladizos a causa de la piedra suelta que es característica de la composición de éstos suelos, la profundidad a ambos lados supera los quince metros, pero se disimula a causa de la vegetación espesa en la que sobresalen gaques y cafetos.
Esta vasija fue encontrada en una colina donde se construía un pozo para depósito de agua, el lugar estaba lleno de socabones que contenían más recipientes del mismo estilo, razón por la cual se abandonó la construcción del pozo. Actualmente se encuentra en la zona un cultivo de Piña.

De izquierda, Derecha: Wilson (Propietario de La Pieza arqueológica), Eliécer Ayala y Mauricio Fuentes, Habitantes de la Vereda "El Oso".
Ure utilizado como matera. Fué encontrado mientras se realizaba una ampliación de la vivienda, la cavidad se extendía justo por debajo de la construcción, razón por la cual su entrada fue sellada.


Ésta huaca la encontramos habitada por un pichón de chulo, está ubicado en la parte central superior de la Imagen. Su reacción ante la intromisión de extraños es regurgitar una sustancia viscosa y de olor nauseabundo amarillenta.

Huaca de donde se extrajo el ure que se muestra a continuación. Su ubicación resulta bastante típica en relación a los hayazgos conocidos en la zona. Las tumbas indígenas se encuentran en una serie de pequeños montes, justo en la parte alta de los mismos, siendo ésta una de las principales características topográficas de la vereda el Oso, La Aguada de la Cererino y la Aguirre.
Piezas del collar de conchas encontrado en la una de las huacas de la vereda el Oso, hayazgo realizado hacia el mes de Diciembre del 2009.




Vasija en que se encontraron el collar de conchas y los restos oseos de un indígena. La disposición de las piezas, según la descripción de los testigos oculares del hayazgo nos permite comprender que se trata de una práctica funeraria muy frecuente, los restos óseos eran reubicados dentro de las vasijas de barro, ya que su tamaño y forma alargada impide pensar que un cuerpo pidiese ser introducido dentro de las vasijas sin haber sido previamente desmembrado.
Tras ésta experiencia de reencuentro con las evidencias de un pasado indígena realizamos una visita con un grupo de aproximadamente sesenta estudiantes del Colegio Portugal con el propósito de limpiar una de las tantas tumbas que han sido huaqueadas en la región, con la intención de conocer la forma de la sepultura indígena. Sin embargo, después de limpiar aproximadamente cinco metros por la entrada tubular de la sepultura no alcanzamos el fondo, pues la tierra suelta depositada por el arado para el cultivo de la piña seguía desprendiendose fácilmente bajo los pies de quienes accedimos a su extracción. La labor de remoción comenzó hacia las nueve de la mañana y la dimos por terminada a las dos de la tarde, un poco desilucionados por no haber alcanzado a cumplir nuestro propósito, pero con la esperanza de haber motivado la inquietud de los habitantes de la zona por preservar al menos uno de éstos lugares para atender la curiosidad de los foráneos, ya que evidentemente se trata de una zona de interés arqueológico que desafortunamente se pierde por la falta de incentivo a la cultura e incluso al ecoturismo que sería practicable en la región.










OTRA COLECCIÓN PARTICULAR, don Cerafín Portilla

Colección de billetes de distintas épocas y denominaciones, incluso de Estados Unidos de Colombia
Réplicas de los elementos que generalmente se encuentran en oro en las tumbas indígenas.
Mango en cuarzo, instrumento para sacrificios rituales
Restos óseos de indígenas

Vasijas encontradas en huacas de la Mesa de los Santos
Sello para marcar las telas
Flauta Tairona
Vasija mortuoria
Collares encontrados en huacas
Vasija en forma de útero
Vasijas de barro y tejón con restos de un tejido o vestuario indígena.

Aguada de Ceferino:
Huaca encontrada en el patio de la casa de Evangelista Alarcón. Seis metros de profundidad y una caverna reducida, aún con mucho sedimento en el piso, fue encontrada en el año 2009, de allí se extrajeron varias vasijas, algunas en mal estado a causa de la humedad.
La ubicación de la huaca pasó desapercibida a pesar de encontrarse justo frente a uno de los corredores de la casa, allí se comenzó a empradizar y en una temporada inviernal se hizo notorio el hundimiento, fue entonces cuando se dio inicio a la remoción de la tierra que llenaba el tunel de acceso. En las imágenes se aprecia el tipo de alfarería que es común encontrar en los entierros de ésta zona.
Los ocho recipientes que se exhiben en la imagen contenian restos de collares de concha de caracol y unas pequeñas lentejuelas blancas de un material mucho más resistente cuya naturaleza no nos fue posible identificar a simple vista.





3 comentarios:

deisy castañeda dijo...

QUE BUENA INFORMACION LAS QUE NOS ESTAN SUMINISTRANDO... " EL QUE BUSCA ENCUENTRA" Y ASI ES NOTABLEMENTE EN ESTE ESPACIO. DE VERDAD QUE ES DE GRAN ENTUSIASMO VER COMO COMPARTIMOS ENTRE TODOS EXPERINCIAS TAN BONITAS LAS CUALES NOS DEJAN UNA ENSEÑANZA MUY ESPECIAL. CADA UNA ESTA MUY BIEN REALIZADA Y COMPLEMENTADA.... QUE BUENO POR NUESTROS COMPAÑEROS LOS CUALES APORTARON TANTO PARA ESTE GRAN PROYECTO...FELICIDADES..ES UN ORGULLO.

Anónimo dijo...

EL CONTENIDO ES EXELENTE, ADEMAS NOS DA UNA IDEA CLARA SOBRE NUESTROS ANCESTROS Y NUESTRA CULTURA.
ES MUY IMPORTANTE RESALTAR EL VALOR ANCESTRAL DE TODAS ESTAS PIESAS ARQUEOLOGICAS, Y HOY NOS ENORGULLECE CONTAR CON ESTE MATERIAL, EL CUAL FUE DE GRAN IMPORTANCIA PARA EL DESARROLLO DE NUESTRA CULTURA.________________

Louduer noncada

Anónimo dijo...

Los felicito por su labor especialmente creando conciencia para la conservación de estas piezas tan valiosas de nuestros ancestros indígenas. Buena esa profe Jose.
Rafael Prada

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Interés por el patrimonio histórico,cultural e ideológico de la región en que vivo. Equipo de Trabajo integrado por: JAIME ENRIQUE ZARATE, LUIS FRANCISCO HERNÁNDEZ Y JOSÉ ANTONIO PRADA.