miércoles, 31 de marzo de 2010

¿QUIÉN FUNDÓ A LEBRIJA?







"Aún falta por ser escrita la historia de aquellos que no han hablado... o que nadie ha escuchado"



(Grabando con el equipo de Caracol y Bancolombia para la sección del noticiero sobre lugares históricos y turísticos)




Contar historias ha sido una de las principales distracciones de todas las épocas y todas las generaciones. Sin importar los motivos, se va recreando el pasado, se va inventando, adornando y proyectando hasta nuestro tiempo. Vamos a realizar un recorrido por las evidencias de nuestra historia, nuestras costumbres y tradiciones. La época: 1900, y el siglo XX hasta nuestros días. El motivo: “La Batalla de Palonegro”. El escenario: Palonegro, Cantrabria y el Valle de los ángeles, hoy Lebrija, sus caminos, monumentos y los restos de lo que aún se resiste al olvido. Protagonistas: Los hombres y mujeres que hoy nos cuentan lo que oyeron, lo que han vivido y aquello que hace la cultura que es NUESTRA IDENTIDAD.
El propósito: Proponer una ruta histórica que una lo poco que sabemos de nuestros ancestros y sus tradiciones con el tema ineludible de la violencia que bañó de sangre y bautizó nuestros montes en sitios como el alto de los muertos e incluso las quebradas, que a pie de monte comenzó a ser llamada “de las calaveras”, por la gran cantidad de cráneos que se encontraban en su cauce.
¿Quiénes somos? Un grupo de docentes y estudiantes del Colegio Portugal de Lebrija, que motivados por la curiosidad ante lo desconocido de nuestra propia historia, hemos decidido integrarnos en un equipo de trabajo para confrontar lo que ya ha sido escrito por los más adelantados en el tema y también para descubrir por nuestros propios medios aquello que por ser tan familiar se nos hace más difícil de reconocer: “Nuestra propia Cultura” …lo que hacemos, pensamos, creemos y queremos.
La información histórica de la cual disponemos nos pone tras las huellas del ancestro Indígena, presumiblemente, los Guanes, los cuales se describen como una comunidad pacífica que fácilmente se adaptó a la presencia de los colonizadores alemanes; según los datos que nos brinda en su libro sobre historia de Lebrija, Ramón Mantilla Herrera, forman parte genética de nuestra conformación biológica por cuenta de los procesos de mestizaje a que los forzó la naturaleza. La forma en que se describe la incursión colonizadora de los alemanes a cargo de Ambrosio Alfinger y se justifica el hecho de que Cantabria sea quizá el primer pueblo fundado en tierras santandereanas en 1529 nos deja pendientes varios cuestionamientos, como ¿Porqué éste nombre? Propio de una región de España, cuya procedencia idiomática de origen celta significa “roca”, de lo que se deduce que puede significar "pueblo que habita en las peñas" o "montañés". Si la expedición fue alemana ¿Porqué Ramón Mantilla Herrera, se refiere en su libro (pág. 36) a éste como probablemente el primer pueblo español fundado en tierras santandereanas? Claro que siendo el proceso de conquista y colonización una concesión a la casa Welser y los expedicionarios un grupo combinado de alemanes, españoles y esclavos, no es difícil asociar los nombres de las fundaciones con los lugares alegóricos a la madre patria. Pero, si éste tipo de deducciones ya se han hecho desde la academia ¿Porqué el olvido institucional, la indiferencia y la inconsciencia ante el exterminio evidente del patrimonio histórico?




Es triste constatar que los hallazgos de tumbas indígenas, en algunos casos motivados por la huaquería, y en otros por simple azar ante el desarrollo de las regiones, han pasado desapercibidos. Algunos llegando por fortuna a las vitrinas de los museos de la metrópoli, pero dejando sin historia y sin conciencia a los herederos directos de éste patrimonio ¿acaso no da para una casa de la cultura las vasijas de barro que como útero fecundo sepultaron los muertos del ancestro indígena? ¿o las gruesas tapias de un pueblo fantasma que se presume tan antiguo como olvidado en Cantabria? E incluso, las casas viejas de tapia pisada y tejas de barro que guardan historias traducidas en lamentos que dicen que espantan a sus actuales moradores.




Intentar un proceso de recuperación histórica desde lo inédito y como autodidactas nos sumerge en un mar de dudas mucho más saludable que la ignorancia atroz que de seguir su marcha en poco tiempo nos condenará a la perdida irrecuperable de las evidencias que aún nos dicen que tenemos memoria… algo por recordar.




Palonegro, 11 al 25 de mayo de 1900, una muestra de los conflictos internos que han teñido de sangre las altivas breñas del gran Santander y de toda Colombia.
El gobierno es conservador, la revolución… liberal. Todos por el mismo propósito, “el poder”. Que desde 1886 hasta 1930 estuvo en manos de una hegemonía conservadora, que luego por 16 años pasó a ser liberal, comenzando con la presidencia de Enrique Olaya Herrera en 1930… Una pugna política salpicada de religión e ideología y alimentada de la ignorancia que hacía fundamentalista a un pueblo que ciegamente obedecía las órdenes de sus líderes políticos y militares.




Palonegro de 1900 representa desde nuestro punto de mira una especie de eslabón perdido ya que une a la Cantabria, sin origen oficial pero ciertamente añejo y rico de historias sin contar, con el actual centro urbano que se extiende por el Llano de Los Ángeles conocido como “Lebrija” desde el 03 de octubre de 1876, fundación atribuida a Ambrosio Alfinger, un expedicionario Teutón del siglo XVI, ¿qué significa esto? Vacío histórico o verdad a medias, ¿Cómo pudo éste expedicionario Alemán fundar nuestra municipalidad si según la información histórica murió hacia 1533, 343 años antes de la fecha oficialmente reconocida como fundación de Lebrija? ¿Es ésta una forma de hilvanar la antigüedad histórica de Cantabria con el auge comercial de Lebrija como lugar de paso mejor ubicado entre los nuevos centros poblados?


El escenario de ésta batalla comprende hoy por hoy el conocido cerro de las antenas, lugar estratégico ocupado entonces por el ejército conservador, desde donde se observan los centros urbanos de los municipios vecinos, Girón, Bucaramanga, Floridablanca y Piedecuesta y el mismo casco urbano de Lebrija y las veredas donde el grueso de los ejércitos se enfrentó en lucha cuerpo a cuerpo a cargo de las cuadrillas de macheteros, en emboscadas y en combate con protocolo militar con sus respectivos generales alentando a los combatientes en plena línea de fuego. Desde Lebrija hasta Palonegro se pasa por las actuales veredas de Rayitos, San Pablo y Santa Rosa.




La loma de los muertos está señalada por una cruz que desde 1950 sustituyó la pirámide de huesos y calaveras que fue conocida por los septuagenarios que aún fueron testigos directos de la barbarie que representó aquel enfrentamiento sin tregua y sin cuartel.




Pasando por sus carreteras y campos de sembradío se han recogido casquillos y balas que forman parte del pequeño tesoro histórico que guardan algunos de sus pobladores e incluso especulando un poco, mientras podemos constatarlo con la ayuda de alguien versado en la materia, hemos encontrado lo que podría ser una de las tantas fosas comunes en que fueron sepultados de manera anónima centenares de combatientes sin poder discriminar siquiera la causa por la cual luchaban, pues según las crónicas y relatos, los combates eran encarnizados, sin tregua, con la firme convicción de vencer o morir.

La casa hospital, ahora propiedad de la familia Argüello, lugar en que se recogieron los soldados heridos del ejército liberal, mientras que los combatientes mantenían como fortaleza la hacienda de los Pradilla, ubicada justo en el alto de Palonegro, dónde fueron construidas las pistas para el aeropuerto. Sus viejas tapias pisadas, y el techo que se mantiene a pesar de su visible mal estado son testigos mudos de aquella época. El piso de ladrillos planos deja ver que ha sido un lugar ya revisado, quizá buscando tesoros inauditos, representados en armas, munición e incluso oro, necesario aún para la industria de la guerra. Del cual también se ilustra en una leyenda que… desde el alto del volador el custodio del botín liberal, al ver perdida la causa de su ejército y diezmados a sus compañeros, decidió la muerte antes que dejar en manos de sus enemigos tan codiciado botín, pero antes de precipitarse al risco con las bestias que cargaban el oro, pronunció un conjuro y tiró su sombrero, de manera que, según la tradición oral, aquel que lo encuentre hallará también el oro. Lo cierto es que con la construcción de las pistas, los buldócer vertieron al precipicio la tierra removida y las grandes piedras que fueron a depositarse al pie del desfiladero.
Los sucesos relatados son una versión bastante decantada de lo que cuenta la historia oficial al respecto, de la que quedaron secuelas de violencia que fueron dejando rastros de dolor y muerte en años posteriores a causa del calor de los tragos en el mejor de los casos, cuando, incluso entre amigos entusiasmados por la bebida comenzaban a “vivar” sus respectivos partidos políticos y a resolver a puños, cuchillo o pistoletazos sus diferencias ideológicas. Pero también, las guerrillas liberales y conservadoras seguían manteniendo sus pequeños estados de dominio a pesar de los gobiernos de turno, que con “policías políticas” daban las armas a sus copartidarios ideológicos, manteniendo un estado de zozobra que hasta ahora comienza a ser extraño a las nuevas generaciones. Razón por la cual, precisamente, tratamos de hacer memoria de aquello que jamás hay que dar espacio para que se vuelva a repetir en la historia de un pueblo y de ningún pueblo.
Las versiones que de distintos temas nos presentan algo de nuestra historia no son más que el reflejo de un amplio panorama por explotar en el que aflora la cultura que subyace al olvido de quienes han dirigido el destino político de nuestro pueblo, no se trata de la inexistencia de la identidad que nos hace hijos de nuestra tierra, sino del no ser conscientes de la misma precisamente por la familiaridad en que no sentidos que haya algo propio que nos haga distintos a los demás pueblos…




Estos son algunos de los elementos propios de la cultura que nos identifica: la manera de contar historias… la curiosidad por el pasado… el hacer cotidiano del trabajo, del alimento. Y las imágenes de un pueblo que tiene historia que debe ser escrita por las nuevas generaciones. La historia oficial debe ser revisada, ya que es el fundamento de lo que intentamos hacer, pero es también una visión sesgada e incompleta en la que falta la versión de los vencidos, los indefensos, los analfabetos y los del corriente que simplemente replican sobre lo que otros se han dado por tarea rehacer, para hacer creíble el pasado.

8 comentarios:

julio cesar rodriguez dijo...

pienso que estos temas son importantes para que la gente conoscas mas a cerca de la historia de lebrija, pero le hace falta mas informacion

julio cesar rodriguez dijo...

pienso que estos temas son importantes para que la gente conoscas mas a cerca de la historia de lebrija, pero le hace falta mas informacion

gerson 11-2 dijo...

me causa curiocidad lo q dice acerca de la loma delos de los muertos y q a hora esta señalada con una cruz(pero me deja pensando lo q dice q esta fue puesta despues de estar alli una poramide echa de restos oseos dando a conocer la magnitud de esta guerra).
pero de todos modos es interesante saber estos datos q no los conocia''''''''''

hernando acevedo martinez dijo...

es interesante por que muestra cosas que no sa biamos de nu estro municipio y la participacion de al gunos estudiantes pero seria bueno que colocara un bocavulario a las palabras que no es cuchamos muy seguido por ej:breñas.

Nayarith forero serrano dijo...

Felicitaciones JOSE que trabajo tan interesante el que estas haciendo, recuerda ir a cuzaman alli tambien podras encontrar datos importantes de las batallas

fabiola mendoza dijo...

Jose, mil felicitaciones, es un trabajo espectacular que nos remota a tiempos de nuestros ancestros y que gracias a este blog no se quedaran en el olvido sino al alcance de chicos y grandes. Sos un orgullo para el colegio Portugal

junior gomez dijo...

estudiantes de portugal los felicito por ese interes que tienen por conocer la historia de nuestra lebrija. ya que esta cayendo en el olvido porque solo se preocupan por estupideses.
yo se que no tenian los implementos necesarios para aquella expedicion historica mas sinembargo fueron y averiguaron lo que pudieron, esta un poco incompleta pero muy reveladora.
adios y no pierdan ese interes tan hermoso que tienen por revelar los verdaderos secretos que guardan estas bellas tierras.

Lady Dayan Silva Beltran dijo...

El fin de semana estuve en esta casa Hospital de los Mil Dias y vi como ha sido saqueada de una forma devastadora, la parte trasera de la casa esta a punto de derrumbarse y en el cuarto que se encuentra a la izquierda apenas se cruza la puerta principal han cavado un hueco de mas o menos 2 metros de profundidad. Es una pena que lugares como este en Santander se hayan dejado al olvido, definitivamente nuestra tierra se esta quedando sin historia para contar debido a la falta de interés por parte del gobierno en tratar de preservar lugares históricos que pudieran contar los relatos tan tristes y sangrientos por los cuales tuvieron que pasar nuestros antepasados.

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Interés por el patrimonio histórico,cultural e ideológico de la región en que vivo. Equipo de Trabajo integrado por: JAIME ENRIQUE ZARATE, LUIS FRANCISCO HERNÁNDEZ Y JOSÉ ANTONIO PRADA.